06 Abr A casi 4 años de su detención, el Capitán De La Sotta sigue siendo torturado a manos del regimen
Han pasado casi cuatro años desde ese 18 de mayo de 2018, cuando la División de Contrainteligencia Militar (“DGCIM”) detuvo al capitán de navío Luis de la Sotta por los delitos de instigación a la rebelión y traición a la patria. A la fecha, el capitán de la Sotta sigue siendo un preso político del régimen de Nicolás Maduro.
Desde su reclusión en el DGCIM de Boleíta, fue aislado, con restricción de alimentos, sin aseo personal y presentado a los tribunales 4 días después de su detención sin que la familia tuviera conocimiento de dónde estaba. En la audiencia de presentación el Capitán denunció las torturas y se declaró inocente. La respuesta de la Juez ante esta situación fue que las torturas no eran de su incumbencia y lo devolvió a los sótanos de la DGCIM.
Consiguientemente estuvo aislado 32 días en el “cuarto de los locos”, durante este tiempo fue golpeado con palos de madera entre 4 torturadores, quienes además le aplicaron asfixia mecánica con una bolsa plástica, electrocución y polvo lacrimógeno en los ojos.
Pasó 3 meses en una celda hincado, con la puerta cerrada, recibiendo escaso alimento a través de una ventanilla, sin acceso al sol, sin actividad física ni intelectual, con una luz artificial encendida día y noche. Hasta el mes de septiembre, cuando le facilitaron acceso diario al baño, solo le permitían asearse los sábados.
Seis meses después de su detención, el Tribunal aceptó el nombramiento de un abogado privado, quien no tuvo acceso al expediente completo. Entre las violaciones al debido proceso se destaca que la audiencia preliminar se realizó 7 meses después de la audiencia de presentación. A la fecha la fiscalía no ha podido presentar una prueba en su contra.
De La Sotta necesita atención médica especializada. En octubre del 2021, después de más de 3 años de su detención, un médico forense, sin practicarle los exámenes de laboratorio para su evaluación, determinó que se encontraba bien. Actualmente está detenido “preventivamente”, sin juicio.
Ante esto, el Instituto Casla denunció la persecución, detención arbitraria, desaparición forzada temporal, torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes en contra del Capitán De La Sotta. El Cónsul del Perú en Caracas ha enviado numerosas notas consulares al régimen venezolano, reiterando su preocupación por De La Sotta y solicitando su respectiva repatriación al Perú. La Organización de los Estados Americanos se pronunció sobre el caso en las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicadas el 3 octubre del 2018, exigiendo la libertad del Capitán.
Actualmente, consecuencia de las torturas recibidas y las condiciones insalubres de detención, el Capitán De La Sotta se contagió de COVID19, sin que le fuera suministrada atención médica.
La salud del Capitán De La Sotta se ha deteriorado. El 21 de marzo de 2021, fue trasladado a otras instalaciones de la DGCIM en Fuerte Tiuna, donde sigue bajo la custodia de sus torturadores. Desde Defiende Venezuela exigimos su liberación.
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